El doctor Amós García es el jefe de sección de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Canarias y uno de los expertos más reputados para poder hablar del COVID-19 -coronavirus- en el Archipiélago.
Pregunta.- ¿Qué hay que hacer para que este nuevo virus no siga expandiéndose?
Respuesta.- Lo que tenemos es que desarrollar líneas de trabajo que sean drásticas y que impidan que se den situaciones como las que se están dando en otras comunidades autónomas. En la provincia no existe claramente una transmisión intracomunitaria, afortunadamente sabemos las fuentes de infección que tienen todos los casos, hemos podido hacer una correcta trazabilidad de los mismos y esto nos deja en una situación razonable, aunque teniendo en cuenta la expansión que está teniendo el coronavirus vamos a seguir conviviendo con casos. Lo ideal es que gracias a que se han tomado medidas drásticas el número de casos va a empezar a descender en un futuro no muy lejano.
P.- Por tanto está de acuerdo con todas las medidas que se están tomando desde el Gobierno.
R.- Son las medidas que había que tomar, son absolutamente necesarias. Insisto en que estamos hablando de un problema de salud que desde un punto de vista estrictamente sobre el ámbito de la salud vemos que, según los estudios realizados en China, el 80% de las personas que resultan infectadas no van a tener sino un cuadro muy leve caracterizado por fiebre alta, tos y dificultad para respirar, e incluso alguno de esos positivos no va a tener ni síntomas. Pero es verdad que un porcentaje pequeño de los casos, principalmente personas de edad avanzada o con alguna enfermedad de base sí que pueden tener complicaciones o incluso, desgraciadamente, llegar a fallecer como consecuencia de esta enfermedad. No es un porcentaje muy alto, pero aún así serían elementos que se incorporarían al resto de patologías que ya tenemos en nuestra tierra, con lo cual se podría llegar a colapsar la atención sanitaria y es algo que tenemos que controlar. Repito, no estamos en una fase tan expansiva de casos como otras comunidades autónomas, hay que tomar estas medidas precisamente para no llegar a esa fase que viven en sitios como Madrid o el País Vasco. Hay que tomar medidas drásticas que corten de alguna manera su diseminación, aunque su impacto en la clínica sea el que es, no hay que crear alarma o pánico el problema orginado por el COVID-19, pero requiere una dinámica activa por parte de los profesionales sanitarios.
P.- ¿Quién puede sospechar que tiene el virus, qué síntomas ofrece?
R.- Tiene que haber estado con algún caso confirmado o proceder de algún territorio epidémico claro, con transmisión supracomunitaria. Si vienen de ahí y desarrolla en los días siguientes un cuadro clínico con fiebre alta, tos y dificultad para respirar hay que llamar al 112 por tener la posibilidad de ser considerado un síntoma.
P.- Resulta algo chocante que se pida calma a la población pero luego las medidas que se toman sean cada vez más drásticas.
R.- Resulta curioso que se pida calma y luego se suspendan las clases o se toman medidas que provocan una distonía social y crean incomodidad poderosa, pero hay que ser conscientes de que si no se toman dichas medidas el COVID-19, a pesar de que en líneas generales al 80% de la población le cura sin problemas, hay un 20% más de personas con patologías que van a requerir atención y se podría llegar a colapsar el sistema sanitario público y se va a crear una situación más complicada todavía de gestionar. Por eso son necesarias las medidas drásticas que actúen como un cuchillo para parar la sangría de casos. Si no lo hacemos estaremos ante una enfermedad transmisible nueva en una sociedad en la que no queremos eso, sino lo contrario, por eso vacunamos, no queremos una enfermedad más.
P.- Muchos estudiantes canarios están volviendo a las Islas por la suspensión de clases en los lugares donde estudian. ¿Puede ser una situación preocupante?¿Deben guardar cuarentena?
R.- Lo que recomiendo es que si vienen de zonas donde hay una expansión clara de casos les recomendaría quedarse en casa durante 14 días, es razonable plantearlo. Salvo que tengan síntomas en cuyo caso hay que llamar al 112 para que le hagan la prueba. Hay que tener en cuenta que no han venido de vacaciones, los colegios o las universidades o institutos no han suspendido las clases para dar vacaciones sino por un ejercicio de responsabilidad y en este caso la responsabilidad es quedarse en casa durante 14 días tranquilamente. Lo de quedarse en casa es una línea de consigna que estamos desarrollando los sanitarios que es muy importante para que no sigan aumentando los casos.
P.- Usted es un experto en epidemias. ¿Estamos ante la más grave con la que se ha enfrentado?
R.-Es un proceso muy complicado, es muy global, se ha transformado en una epidemia y aunque desde el punto de vista clínico su impacto no es demasiado potente, no es el ébola, aunque sí que tiene importancia, sí es cierto que la distorsión que ocasiona por el interés que tenemos en evitar que siga expandiéndose el coronavirus para evitar más ingresos hospitalarios y atención sanitaria, e incluso que algunas personas sufran complicaciones o fallezcan, está haciendo que tengamos que emplear bastantes recursos. Está siendo complicado, pero llevadero, y seguramente en un espacio corto de tiempo se acabará solucionando.
ACFI PRESS
