La Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE) también se ha
visto seriamente dañada por la crisis sanitaria del coronavirus, no sólo porque ha tenido que
suspender la venta del juego del cupón que todo el mundo conoce, sino porque son muchos sus
afiliados que se han visto afectados por el virus o por sus consecuencias, como el estado de alarma
que provocó la crisis.
Por ejemplo, en Canarias, son cerca de 800 las personas ciegas totales que viven solas. El
delegado territorial de la ONCE en Canarias, José Antonio López Mármol, aseguraba hoy a ACFI PRESS
que la organización tuvo que llevar a cabo un ERTE del que todavía no tienen claro cuándo podrán
salir, aunque no ha afectado a toda la plantilla ya que buena parte de sus trabajadores siguen
llevando a cabo su labor, especialmente los que llevan a cabo una labor social para ayudar a los
afiliados que más difícil están pasando el estado de alarma, ya sea para echarles una mano a nivel
psicológico o incluso haciendo que hasta sus viviendas llegue lo necesario en el día a día para
superar esta fase.
"Hemos tratado sobre todo de mantener la atención a los afiliados, estar muy cerca
del colectivo. Cerca del 60% de nuestros afiliados son mayores de 60 años y en ellos se dan muchas
situaciones de soledad. Hemos hecho un profundo seguimiento de las personas ciegas totales que viven
solas, que en Canarias son cerca de 800", apunta López Mármol.
En un momento donde las distancias sociales
son esenciales para salir adelante y evitar la propagación del virus, el delegado territorial de la
ONCE en el Archipiélago pide a la sociedad dos cosas, primero que se fijen bien en si la persona que
no cumple ese distanciamiento tiene algún tipo de invidencia o problema visual y, de ser así, que
les intenten ayudar: "Te puedes ver envuelto en una situación un poco desagradable por la
distancia social que se ha impuesto. Ahí es donde pedimos el apoyo de la sociedad. Incluso le pasa a
los usuarios de perros guías porque los perros están acostumbrados a caminar por la calle y a salvar
obstáculos, pero no a medir las distancias, no sabe si tiene que estar a un metro o a dos de las
personas".
Otro de los problemas que se pueden presentar de inmediato para las personas ciegas es el
de la lectura. El sistema Braille se hace con los dedos y en un momento donde la higiene de manos es
esencial López Mármol tiene claro que de una manera u otra lo tendrán que seguir usado porque
"no nos queda más remedio".
Puntos de venta de la ONCE
Por último, López Mármol no tiene claro en qué momento se
podrán retomar la venta de los distintos cupones que vende la organización, aunque calcula que
podría ser ya en pleno mes de junio: "Estamos en ese momento de protocolo, esperando que haya
suficientes personas en las calles para poder vender nuestros productos. Nuestros vendedores estarán
en las calles, como siempre, y en los cerca de 5.000 kioscos que tenemos en toda España. Lo que
estamos viendo es que tenemos que proveerlos de pantallas faciales, mascarillas, hidrogeles y
guantes, cuando sean necesarios. Afortunadamente nuestros casi 20.000 vendedores tienen terminales
de puntos de venta con lo que pueden cobrar con tarjeta y no tienen que manejar dinero físico, lo
que es una ventaja, y además muchos tienen también mesas expositoras que ya generna una separación
propia, eso también es importante".
ACFI PRESS