Más de 15.000 personas han acudido este fin de semana a Vecindario para conocer a más de medio centenar de productores agrícolas de la comarca Sureste que han participado en una edición especial de la Feria km.0 Gran Canaria.
Además, la Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria hizo coincidir esta feria con la Feria del Sol, el escaparate de referencia de las energías renovables en Canarias, por lo que la Avenida de Canarias se convirtió estos días en punto de encuentro de los sabores y los valores de una comarca que trabaja desde hace años por la sostenibilidad de su tierra.
El fuerte calor de estos días no frenó la gran acogida de ambas ferias que suponen una muestra más de la línea en la que los municipios de Agüimes, Ingenio y Santa Lucía han venido trabajando conjuntamente en los últimos años.
En el campo energético, esta zona de Gran Canaria se ha convertido en la “cuna de las energías renovables”, no en vano “casi el 70% de las instalaciones fotovoltaicas de la isla se están haciendo en esta comarca”, aseguró el gerente de Sureste Refrigeración Renovable, Francisco Artiles, que un año más ha participado en la Feria del Sol.
Desde hace muchos años, esta empresa ofrece orientación y asesoramiento a muchas personas preocupadas por el aumento de los precios de la luz. Por eso, esta feria es “un escaparate fantástico” para explicar a los ciudadanos que “el ahorro de electricidad con una planta fotovoltaica doméstica es considerable” y mostrarles los beneficios de ser energéticamente independientes.
Además de ofrecer asesoramiento, Francisco Artiles ayuda a las familias a financiar sus instalaciones, a tramitar las subvenciones a las que pueden acogerse y a lograr que su instalación sea lo más eficiente posible.
También busca la eficiencia, pero en el área de la movilidad Javier Rodríguez, gerente y creador de las motos Fauro, una empresa “totalmente canaria”, que fabrica vehículos eléctricos en la comarca del sureste.
El ingenio de Javier Rodríguez le llevó a buscar solución a la continua falta de combustible que había hace años en Fuerteventura. Pensó en el sol, construyó una moto que se desplazaba con energía solar y, al ver que tenía posibilidades desde el punto de vista comercial, se lanzó a trabajar en la homologación de la moto para sacarla a la venta.
Esa moto eléctrica fue el inicio de la marca de scooter eléctricos Fauro Motor hace ya siete años. Hoy en día, la empresa construye motos, “con piezas homologadas y de calidad europea” que se fabrican fuera de las islas y que él ensambla en Gran Canaria.
El resultado: motos eléctricas, totalmente personalizadas según los gustos y las necesidades del cliente, unos vehículos “muy versátiles, por el aparcamiento y por lo que consume de luz”. Rodríguez insiste en que sus motos son “un complemento, no un sustituto”. “Yo no quiero que la gente quite su producto, sino que tenga el mío para moverse para trabajar y el resto para el ocio”, asegura.
“Lo que intento es construir productos que sean viables económicamente para el usuario, que le cueste poco mantenerlas, que tenga el menor número de averías posibles y que el propio usuario pueda repararlas”. Con esta filosofía asegura que cada vez hay más gente que las prueba y que apuesta por sus productos. “Mucha gente piensa que es un juguete hasta que la prueban, pero las motos están diseñadas por encima de las prestaciones de uso normal y la gente se va convenciendo”, dice con orgullo.
El creador de esta marca trabaja actualmente en otros proyectos que también comercializará en breve: una pick up eléctrica especialmente pensada para agricultores, que soporta más de 1.000 kg de peso, que puede ser cargada de forma solar y que saldrá a la venta “dentro de poquito”; y una máquina expendedora de baterías, en la que el usuario puede sustituir una batería vacía por una cargada en cualquier lugar de Canarias y en pocos minutos.
Los productos de una tierra sostenible
Además de las energías renovables, el Sureste de la isla siempre se ha caracterizado por la calidad y la variedad de sus cultivos y de sus productos hortofrutícolas. En sus tierras crecen frutas y verduras de gran calidad, se elaboran aceites y vinos, y se trabaja la caña de azúcar o la sal.
Como ejemplo de la gran cantidad de cultivos en la zona, solo en la comarca hay tres salinas, las de Tenefé, las de Bocacangrejo y Los 4 Picos, las tres presentes en la Feria de km.0 celebrada este fin de semana. Esta última es la primera vez que participa en la Feria ya que, a pesar de llevar muchos años trabajando muy cerca de la playa de Arinaga, ha empezado recientemente a comercializar su producto.
Tal y como explica Roque Manuel Viera, representante de Los 4 Picos, se trata de las primeras salinas de Canarias certificadas como cien por cien ecológicas, lo que implica que no se incluyen productos químicos en su elaboración ni en ninguno de sus procesos.
Contento por la cantidad de gente que se acercó hasta su puesto para preguntar por el producto y su forma de elaborarlo, Viera animó a los asistentes a contactar con las salinas para acercarse a esta localidad costera de Agüimes y conocer en persona cómo se cultiva esta sal.
También participó en la Feria km.0 Lorenzo Pérez, productor profesional de cochinilla que lidera la empresa Canaturex, un proyecto con sede en Ingenio que trata de recuperar un cultivo tradicional que estaba camino de desaparecer. “Los niños ya no saben lo que es una tunera ni lo que es una cochinilla”, lamentó Pérez, que aprovechó cada acercamiento a su puesto en la feria para enseñar a los más pequeños –y también a los adultos-, los usos y los productos en los que se usa la cochinilla.
Pérez no solo ha logrado varios premios internacionales que reconocen el valor que se le da a este producto en Europa, sino además, que este cultivo se haya convertido en denominación de origen en el año 2016, entre otros motivos por la forma de trabajar, los factores humanos vinculados al cultivo y las condiciones del suelo y el clima de Canarias: “es lo que nos diferencia de otros cultivos en otros países”.
Es decir, la cochinilla canaria tiene una calidad certificada de su concentración de color, que es más alta que la de otros países, explica Pérez, quien afirma con orgullo que en Europa “la conocen perfectamente” porque “es la única productora natural de carmín que hay en el mundo y en Europa es donde están todas las fábricas de carmín”.
Productores como Lorenzo Pérez, agricultores y empresas de energías renovables cerraron hoy sus puestos tras dos jornadas intensivas en las que, una vez más, la Mancomunidad del Sureste de Gran Canaria ha demostrado que la ciudadanía está cada vez más concienciada de la importancia de consumir producto local y de aprovechar las condiciones de la tierra y del clima de la isla para generar energías limpias y respetuosas con el medio ambiente.
ACFI PRESS/ Mauricio del Pozo